Lectura: Datos abiertos para la incidencia
Incidencia con datos abiertos
En la última década los Datos Abiertos han adquirido un valor significativo, apoyando la participación ciudadana en diferentes procesos de creación e interacción de espacios y lugares digitales y análogos. Desde este lugar, se da vida a una serie de iniciativas y proyectos, así como la construcción de una comunidad global que sigue abriendo caminos en aras a la transparencia, el acceso a la información y la toma de decisiones basadas en evidencia recolectada, organizada y sistematizada.
Si bien, el movimiento global de Datos Abiertos de los últimos años ha permitido obtener información relacionada con las gestiones administrativas gubernamentales, la contratación pública, entre muchos otros temas de interés; sigue existiendo una barrera de acceso a la lectura y comprensión de estos conjuntos de datos, en donde se puede entrever que existe una brecha en el acceso, interpretación y análisis de la información, especialmente por parte de quienes no tienen una gran experiencia en ciencia de datos o en asuntos técnicos.
Por eso, si no todas las personas pueden acceder, interpretar y analizar información, debemos encontrar maneras de hacer veeduría y control a los gobiernos desde las organizaciones de sociedad civil, periodistas, entre otros, donde podemos consultar y exigir las rendiciones de cuentas de las decisiones que toman, las evidencias y los datos de las políticas que aprueban y el dinero que presupuestan y gastan.
Para hablar de la incidencia con datos, primero debemos aclarar por qué los datos abiertos tienen una trascendencia en la sociedad actual. La CEPAL en su informe “Datos abiertos: Un nuevo desafío para los gobiernos de la región”, expresa que los datos abiertos tienen importancia cuando ponen a disposición la información de interés común de la ciudadanía para que puedan desarrollar una nueva idea o aplicación que entregue nuevos conocimientos u otros servicios que el gobierno no necesariamente entrega.
Así, en los últimos años, sectores interesados en impulsar, gestionar y financiar programas relacionados con los datos abiertos, como organizaciones de sociedad civil, academia, empresas privadas, desarrolladores (as), periodistas, entre muchos otros, han permitido la creación de herramientas y plataformas para abrir la conversación y discusión sobre los problemas relacionados con gobernanza, servicios básicos esenciales, inclusión social, medio ambiente, crecimiento económico, entre muchos otros.
Múltiples iniciativas a nivel mundial se han popularizado gracias a la apertura de información. Muchas organizaciones han podido dar prueba de ello reutilizando sus datos en diversas investigaciones, artículos e informes. Por ejemplo, la ONU en su sitio web ofrece muchos conjuntos de datos, tales como indicadores sociales de los países integrantes, información sobre su población, cifras de personas refugiadas y migrantes, entre otros. O el Banco Mundial que puso a disposición de la ciudadanía conjuntos de datos estadísticos relacionados con el desarrollo de los países, educación, género, economía, entre otros.
Sin embargo, así como existen gran cantidad de iniciativas y organizaciones que velan por la transparencia, el acceso a la información y la veeduría a los gobiernos, los datos abiertos no están libres de problemas. Las dificultades que más se evidencian, y que son expresadas en la medición del Open Data Barometer de 2020 corresponden a su calidad, la falta de acceso a la información, la falta de otras fuentes de datos que permitan ampliar la información, la falta de capacitación de los proveedores de la misma, entre muchas otras.
Vale aclarar que la incidencia con datos no se reduce a la publicación de una tabla. Es decir, primero debemos entender que los datos y las bases de datos son grandes cúmulos de información de diversa índole; pueden ser direcciones, precios, nombres o lugares. Pero lo que hace la diferencia es cuando dicha información es utilizada para exponer hechos que interesan a la sociedad y le permiten tomar mejores decisiones, que implican temas tales como ¿Cuál de los colegios públicos de una localidad tiene mejor rendimiento escolar? ¿En qué sector de la ciudad hay menor calidad del aire? ¿En qué hospitales públicos hay mayor capacidad para atender pacientes con COVID-19?, entre muchos otros.
Más aún cuando se busca tomar buenas decisiones, es importante hacerlo mediante el uso de los datos y la evidencia en la realidad. Así lo afirma la Universidad de Montana en su guía de exploración y uso de datos para la incidencia: “Cuando estas historias se apoyan con hechos de fuentes de datos, las historias tienen más influencia. Los datos ayudan a los tomadores de decisiones a comprender cómo los problemas afectan a la comunidad y brindan un contexto más amplio para la experiencia individual. Cuando se usan correctamente, los datos le dan credibilidad a su voz”.
Así, la incidencia con información tiene que ver con divulgar un problema que concierne a la ciudadanía y así contribuir a cambiar las políticas, prácticas, actitudes y comportamientos que pueden vulnerar o concernir a las personas. Esta incidencia también debe contener acciones diseñadas para llamar la atención y orientar a la ciudadanía y a los grandes tomadores de decisiones. Por ejemplo, el diario británico The Guardian, en 1821 publicó en su periódico una tabla que contenía el número de los niños y niñas que iban a la escuela en Manchester y el costo que suponían estos alumnos comparados con los índices de pobreza infantil y escolarización. Lo que implicó un gran impacto en la ciudadanía y permitió abrir el debate sobre el acceso a la educación en el país.
Estas acciones diseñadas para llamar la atención implica ejercer un conjunto de actividades estratégicas para comunicar la información de manera tal que pueda llegar a todas las personas interesadas en el tema abordado. En este sentido, los casos de incidencia con datos que se expondrán a continuación tienen varios componentes de arte, de información cautivadora, de políticas sociales y que invita a cualquier persona a conocer el proyecto e involucrarse en él.
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